… si yo fuera limpio de corazón descubriría que la gratuidad es para todos y que todos llevamos algo bueno en el corazón… que todos valemos la pena, que a todos hay que darles otra oportunidad, que todos somos dignos de amor, justicia, libertad, perdón… que todos somos dignos de compasión y de respeto, que no hay razón para levantar barreras, cerrar fronteras, que no hay razón para ninguna clase de discriminación… que todos los ancianos tienen un caudal de sabiduría, y los jóvenes de ideales… que los adolescentes tienen un caudal de planes, y los niños de amor… que los pobres tienen un caudal de esperanza y de paciencia, y los discapacitados de capacidades… que hay razón para tender puentes, que hay razón para ser hermanos y seguir siendo amigos… que hay razón para sonreír a todos, que hay razón para dar a todos los buenos días, dar a todos la mano, intentar de nuevo hacerlo todo mejor… que hay razón para seguir viviendo, para vivir en comunidad… que hay razón para prestar un oído a lo que dicen los demás…que hay razón para servir, amar, sufrir… que no hay razón para criticar y que hay razón para muchas cosas más… la #rosasinporqué tiene la mirada limpia por la gratuidad, por eso no mira la paja en el ojo ajeno… ¿cómo te comportas ante los errores y faltas de tus hermanos?, ¿sabes corregir las faltas sin herir o dañar?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 7,1-5)…