¿Sabes qué es el «deseo»?

… ¿sabes qué es el «deseo»?… es preciso recordar que eres lo que deseas… el deseo es intransferible, no se presta, no se alquila, no se vende… ¡pero se contagia!… nada satisface tu «deseo»… día a día se apagan las luces, que tenías por nuevas y duraderas… cuando esto así acontece es necesario detenerte al menos un instante, escudriñar en tu corazón y abismarte en la quietud pequeña, dar tiempo al respiro y no encerrarte en razonamiento alguno… sólo mirar y embelesarte con lo que aún no ves, sólo gustar lo que ya está llegando… continuar el camino con la certeza de que algo nuevo te ha de despertar…atiende, pues, inclínate a la voz profunda… ¿de dónde viene?, ¿es sólo deseo?, ¿la «voz profunda» es deseo?… ¡deseo atender para que «esa» voz te seduzca por fin y te levante con ella!… no, no puedes fabricar tu deseo… pero, ¿qué es un deseo?… es lo que te mantiene vivo, es lo que hace que te levantes y salgas corriendo cuando escuchas que está llegando, es lo que hace latir tu corazón… ¡son los latidos de tu corazón!… un corazón sin latidos, es un corazón muerto… vida sin deseos, no es vida… la #rosasinporqué desea que amanezca para alegremente salir al encuentro de todos con su gratuidad y hermosura… ¿es el deseo de la gratuidad el aceite de tu lámpara con la que te preparas para recibir a Quien está llegando?, ¿vives sin deseos, desganado, haciendo todo por rutina y sin sentido?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 25,1-3)…