¿Puedes superar tus propias parálisis?, ¿puedes ir más allá de tus pecados y ataduras-soldaduras y reencontrar la paz?

… ¿puedes superar tus propias parálisis?, ¿puedes ir más allá de tus pecados y ataduras-soldaduras y reencontrar la paz?… nadie puede liberarse de ciertos errores luego de adherir porfiadamente a muchos de ellos… de aquí la necesidad del arrepentimiento y de la penitencia… y en esta perspectiva todo es posible para la gracia de Dios… ¡sí, es posible!… todo es posible a la buena voluntad y a la rectitud de la intención, a la sinceridad del corazón, llamado a la paz… cuando se olvida la vocación del perdón, se desencadena la furia del mal, de la venganza y del odio cubriendo las almas de rencores inconfesables… y quedas perplejo ante las derrotas y las víctimas de la desesperanza… y, sin embargo, hay un camino, un pequeño camino, es verdad que estrecho, que todo lo abre y todo lo brinda… claro que es un camino que te lleva a «otro lugar», camino de gratuidad y de renuncia, tal vez… camino que te devuelve la verdadera libertad y te descubre una suerte de identidad nueva no prevista ni soñada, sin necesidad de “camillas” o “muletas”… la #rosasinporqué no necesita de camillas ni de muletas, la gratuidad le da una libertad que la libra de toda parálisis… ¿andas por la vida en camilla y con muletas porque no te decides a vivir desapegado?, ¿dejas que el Señor te libere de esas ataduras y soldaduras?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 5,1-3ª.5-18)…