… ¿por qué conformarme con un Dios de fantasía hecho a mi medida y no aceptar el que se me revela?, ¿por qué buscar la ciencia ficción y no la realidad?, ¿por qué orillar y no cavar?… ¿es posible que el Indecible eterno se diga en el tiempo?, ¿es creíble que el Silencio se haga Palabra?, ¿existe algo más que la cáscara que ven mis ojos y tocan mis manos?… ¡mírame tú Jesús de Nazaret y conviérteme!… que yo sienta posarse sobre mí tu Mirada libre, sin esclavitud de ideologías, sin exigencias que me ignoren, sin la distancia que congela, sin la codicia que me compre… que tu Mirada se pose en mis sentidos, y se filtre hasta los rincones inaccesibles donde te espera mi yo desconocido, sembrado por Ti desde mi inicio… que tu Mirada remueva mi interior adormecido, abóname con la ternura de tus Ojos… y que, entonces, germine mi mañana rompiendo con el verde de sus hojas la tierra machacada que me sepulta y que me nutre… déjame, pues, entrar dentro de Ti, para mirarme desde Ti, y sentir que se disuelven tantas miradas propias y ajenas que me endurecen y deforman… ¡conviérteme a tu Mirada ya que sólo soy Quien me mira y ama!… la #rosasinporqué es mirada con ternura por la gratuidad y así descubre quién es y para qué siendo sin por qué… ¿dejas que la mirada que te ama te remueva interiormente para dar frutos?, ¿cuáles son los frutos de tu corazón?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 13,1-9)…