… pequeñas muertes, las hay… algunas tú las has infligido, otras las has sufrido, unas son fecundas y otras son estériles… tienen muchos nombres y rostros, y a veces te comen por dentro… es el compromiso que siempre pide más, el esfuerzo, las horas de entrega aparentemente inútil… es la impaciencia ante un prójimo que te cuesta… son los silencios que te resistes a romper, son los instantes de vacío, cuando parece que nada tiene sentido, cuando estas al borde de rendir la fe y la vida… no terminas de sentir que has resucitado, ¿cuándo vas a empezar a vivir resucitado?, ¿tienes que esperar a morir para asomarte a la Vida?… por otra parte, hay en la vida muchas cosas pequeñas o inmensas que van muriendo y naciendo de nuevo, distintas, mejores, reconciliadas… y hay sepulcros esperando vaciarse, en ti y en todos… la vida está llamada a ser pascua, a vivirse en esa tensión insalvable entre la entrega y la acogida, el dolor y la dicha, la vida donada y la Vida recibida… ¡Cristo vive, y te quiere vivo!… la #rosasinporqué te desea felices Pascuas de Resurrección, ¡que viva la Vida!… ¿vives resucitado?, ¿contagias la Pascua con gestos y palabras?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 20,1-9)…