No sabes, aún, cuál es tu «lugar»

… no sabes, aún, cuál es tu «lugar», no aciertas a descubrir dónde estas… ¡tantas preguntas acerca de los «valores», de las «cuestiones», de los problemas!… ¿has logrado tus deseos, alcanzaras alguna vez tus propósitos?… preguntas y más preguntas que fatigan y no te aportan respuestas… sigues yendo a pozos de aguas que no tienen fuente para buscar algo que calme tu sed… ¡si conocieras la gratuidad!, ¡si conocieras el don de Dios!… brotaría de tu corazón un manantial de agua viva, beberías la gratuidad y nunca más volverías a tener esa sed… pero tantas aguas mentirosas de gratificaciones inmediatas te han vuelto un consumidor compulsivo de baratijas… ¡Señor, dame un poquito de sed, que me estoy muriendo de aguas estancadas!… las aguas de los pozos no poseen fuente, son aguas amontonadas, acumuladas, inertes… Jesús tiene más deseos de ti que tú de Él, te espera y te busca infinitamente más… no te será difícil dejarte hallar, a pesar de las contrariedades que puedan sucederse… déjate encontrar y ábrele tu corazón sediento… renuncia a todo lo que no sea Él mismo, que Él obrará en tu corazón… no pretendas «hacer cosas»… las «cosas» no se hacen: perecen, una un día, otra, otro día… ¡déjate simplemente amar!… la #rosasinporqué conoce el don de la gratuidad, su sed es desear más a Quién sólo puede saciar… ¿dónde sacias tu sed?, ¿conoces el don de Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 4,5-42)…