… nadie ha pedido ser concebido, nadie ha exigido venir a la existencia, nadie ha decidido por sí mismo permanecer en la vida mientras iba creciendo en el almácigo del vientre materno… o la vida es “don” o es “fabricación”… si la vida es “don” que se recibe, no tiene “dueños” sino “cuidadores a quienes se les confía” hasta que un día sea asumida según las posibilidades de cada uno y del entorno y, entonces, habrá que vivirla entre ensoñaciones con responsabilidad compartida… si la vida es “fabricación”, tiene “dueños” y serán ellos los que decidan como “funciona”, bastará tener el “manual de uso” para vivirla y renunciar a los sueños… si la vida es “don”, habrá que garantizar su condición con derechos que la protejan para que, un día, pueda desplegar sus sueños y obligaciones en libertad compartida… si la vida es “fabricación”, habrá que asegurar su funcionamiento según el lugar que se le asigne en la maquinaria del mundo, sabiendo que tendrá una “vida útil” para luego descartarla… la vida como “don” o “fabricación” no es un dilema, no es una creencia, es un hecho… si la vida es “don” es “inviolable”, si es “fabricación” es “descartable”… la #rosasinporqué es parábola de la gratuidad y muestra y demuestra con su existencia el inviolable don de la vida… (no hay preguntas que se puedan formular)… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,11-15)…