Nada tan temible como el temor y la duda

… nada tan temible como el temor y la duda… nada tan temible como la «vacilación» que se manifiesta cuando juzgas probable lo improbable… es verdad, no son las horas que esperabas, pero sí son los regalos de Dios… muchas veces erras y luego, muy luego, tiemblas por el temor de equivocarte una vez más… pero no ha de ser así, por el contrario, confía… estos son los brazos que te sostienen… sí, éstos son y no otros… con tanta frecuencia el enemigo te engaña, pero ríete de los engaños del enemigo… las obras desacompasadas de éste granuja han de ser siempre «horizonte de historias viejas», sin otro sentido que favorecer la paciencia… entonces, quédate en silencio y en paz, Él siempre está… el horizonte nunca se curva cuando la confianza anida en tu corazón… no protestes en vano, es posible que creas que enojarte sirve de algo… deja que la falsedad se desmorone bien sola… nada hay donde no hay nada… guarda en tu corazón ahora tus secretos y no pises dos veces el mismo suelo, Él nunca te abandona… la #rosasinporqué vive en los brazos de la confianza y de la gratuidad, nada teme aunque se desaten tormentas… ¿vives en los brazos de la confianza?, ¿les brindas confianza a los tuyos amados para que no teman en las tormentas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 8,23-27)…