Mil veces preguntas y te planteas tu impotencia

… mil veces preguntas y te planteas tu impotencia ante lo que te suena difícil o injusto… y acabas meditaciones y reflexiones con un gesto de perplejidad, diciéndote: “¡no puede ser!”… y la ansiada respuesta o el sentido de lo que ocurre, con la solución deseada, escapa a tu alcance… ¿entonces?… es urgente que te des cuenta que la realidad no es lo que aparece “a primera vista”… las dimensiones mayores de hechos y de acontecimientos quedan veladas o simplemente escondidas detrás de lo que ves o sientes… quizá todo es figura o eco de lo que corre, como río caudaloso, en profundidad… o nada más que una señal o un “paso” que es preciso atravesar… andar por la tierra no te impide sino que te invita a contemplar el Cielo y a desearlo, anticipándolo hora tras hora, día tras día… ¡qué invitación, qué vocación ésta de “más allá”!, ¡magnífico desafío que precisa de magnanimidad y constancia!… la #rosasinporqué no juzga inútil que sus raíces su hundan en la tierra, sabe que sus pimpollos abren gratuitamente hacia el cielo… ¿juzgas las cosas, los acontecimientos y las personas sin mirar el cielo?, ¿con qué criterios elaboras tus juicios?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 5,31-47)…