… lágrimas, una flor, una oración… recuerdos que se amontonan y reviven el duelo… pasa el tiempo, pero queda el dolor porque queda el amor… el fondo del dolor no es la muerte de los que huyen de él avivando al correr el fuego que arde en sus espaldas… no es la desazón íntima del que se blinda contra él mientras el gusano lo corroe bajo la cáscara dura… no es la mano herida del que se revuelve contra él golpeándole el rostro de noche y pedernal… no es la sumisión que se arrastra con recelo bajo caparazón de tortuga por el lodo del marasmo… el fondo del dolor es el abrazo maternal al recién nacido, es el llanto primero de la ternura de Dios… es que “morir es entrar en la Vida”… la #rosasinporqué calla ante el misterio de la muerte, no la comenta, no la explica, no la interpela, gratuitamente la acepta y respeta… (no hay que hacer preguntas que no tienen respuestas)… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 24,1-8)…