… la esterilidad se vuelve vida, la soledad compañía, el silencio palabra, la duda fe, la mudez canto de acción de gracias… tu carencia es tu verdad más profunda, es la textura más genuina de tu ser… ser débil, te hace bien… ser frágil, te hace bien… andar a tientas, te hace bien… palpar la inseguridad, te hace bien… tus límites, te hacen bien… hoy a la noche es Nochebuena, es la fiesta del no-ver, del no-saber, es la fiesta de la intemperie, celebración de la fragilidad… es la fiesta de un credo que se empecina en anunciarle al mundo que la mansedumbre vale más que la violencia, el silencio más que la elocuencia, el límite más que la destreza, la pequeñez más que la grandeza… en el silencio de la noche, con callada elocuencia, una estrella anuncia la Buena Noticia que como un eco recorre la noche de todos los tiempos y se arremolina a la puerta de todos los corazones: ¡bienaventurados los vulnerables!, porque de ellos es el arte de amar… ¡feliz Navidad!, ¡feliz de ti, que eres frágil!, ¡feliz en tu carencia, pues sólo ella te abre a la Salvación!… creyente o incrédulo, practicante o indiferente: tu necesidad te ha salvado, tu gemido interior te ha hecho orante, tu noche te ha hecho bien… y un Niño envuelto en pañales… la #rosasinporqué se reconoce frágil y limitada, esa es su mayor hermosura vista desde la gratuidad… ¿cómo vas a pasar la Nochebuena?, ¿cómo será tu saludo en estos días?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,67-79)…