… la «atención» precisará siempre de un horizonte que atraiga y eduque… no has de prestar atención a todo lo que se presenta a tus sentidos, por el contrario has de ser harto prudente y selectivo… dejan esos datos heridas en tu conciencia, las cuales no cicatrizan lo rápido que sería de desear… purificar la «atención», “ayunar”, es un camino ascético que comporta una separación y un ejercicio de valor y de coraje, sobre todo con respecto a cuanto caprichosamente te rodea… “ayunar” no es una “dieta”… sino que, antes que nada, es una purificación del deseo, una mortificación de la curiosidad… no se trata sólo de no salir a buscar, se trata de no dejarte atrapar por lo que te asalta… la «atención atenta» juega un papel en estas ocasiones, cuando el arribo de lo que no aguardabas resulta inevitable… ejercicio y valor, pues, para cuidar el corazón, sin preocuparte nunca de qué cosas dirán por ahí… abre el horizonte límpido y transparente que la gratuidad te regala a cada paso, y no atiendas a lo que pretende desviarte de lo esencial… la #rosasinporqué presta una atenta atención a la gratuidad, así evita desviarse por senderos que no conducen a nada… ¿ayunas para priorizar tus elecciones y purificar tus deseos?, ¿no te privas de nada?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 12,1-8)…