Hay muchos que no logran «estar» en parte alguna

… hay muchos que no logran «estar» en parte alguna, sino en sus propios refugios, muy lejos y nada más… no hay gozo comparable al esplendor de la gratuidad, que impide que seas ajeno o indiferente… con la gratuidad te aproximas, no se te ocurre dar rodeos ni pasar de largo… Dios te proteja del hombre demasiado apurado por hacer sus cosas, o de aquel en exceso cumplidor por quedar bien con todos, son “ciegos” que, con tantos movimientos centrípetos, han perdido la “visión” del corazón… cuídate de los “egoístas” que estropean todo lo que llega a sus manos, cuídate de los «tristes» que son incapaces de ver el sol un día soleado, cuídate de los “aburridos” porque sólo piensan en ellos, cuídate de los “auto referenciados” porque sólo les importa lo que a ellos les sucede… aprende a aproximarte a lo demás sin temor a contagiarte de “alteridad”, aprende a hacerte cargo de tantos “caídos, golpeados y heridos”… aprende, incluso, a sonreír y a dejar el ceño fruncido del corazón encogido… aprende a “projimarte”… la #rosasinporqué siempre se aproxima con la gratuidad, por eso se hace cargo de lo que los ojos de su corazón contemplan… ¿te aproximas a tus hermanos y te “alteras” con lo que a ellos les pasa?, ¿das rodeos y pasas de largo ante los caídos y heridos que encuentras en tu camino?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,25-37)…