…hallar la respuesta segura, encontrar la certeza que buscas, dar con la seguridad que evite riesgos… ¿dónde se encuentran garantías infalibles?… ¿en las cosas?, ¿en las personas?, ¿“es” Alguien?… interrogantes que siempre aparecen… pero las «articulaciones de las cosas» son rebeldes y antojadizas… y no existen «estructuras» que garanticen «funcionamientos»… simplemente fallan, porque no hay palabras de valor ni créditos… entonces, ¿cuál es la «garantía» ante las dudas?… lo que pasa es que quieres una respuesta “ya”… sí, sí, que te respondan hoy, ahora… así es la urgencia del corazón inseguro que todavía cuenta con que las «cosas» funcionen… pero la Verdad no se halla guardada en una caja escondida en los bolsillos o armarios de la gente «precavida»… la excesiva demanda de seguridad evidencia torpeza en la confianza, que termina en indiferencia y desinterés egoísta y traicionero… el amor no se prueba, se demuestra… la #rosasinporqué no necesita garantías, ni signos, ni pruebas, la gratuidad la dota de suave y feliz confianza… ¿exiges signos y pruebas para todo?, ¿en qué consiste tu confianza y cómo la cuidas y acrecientas?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,29-32)