… ¿hace muchos años que buscas un libro «definitivo»?… ¿algo que te guíe infaliblemente entre tantos vericuetos y senderos como los que hay por estos andurriales?… y, sí… también, con frecuencia, buscas un autor… sí, un autor que simplemente te lo diga todo y te libre de tantos aprietos… ¡cuánto te gusta descubrir estos amigos que, juzgas, te dicen la verdad!… pero el desengaño es permanente… y acabas diciendo, con el de Yepes, «no me mandes ya más mensajero, que no saben decirme lo que quiero»… he aquí esa gran verdad: los mensajes no bastan en absoluto… te das cuenta, tarde o temprano, de que quieres otra cosa… no interesa cuál, ¡es otra!… entonces vuelves a la historia, a los abuelos… no son los libros, ni los mensajes, ni las imágenes, ni nada, es otra cosa, es siempre más… ¡qué triste la vida de nietos sin abuelos presentes y de abuelos sin nietos que jueguen, pregunten y molesten!… la #rosasinporqué valora las relaciones interpersonales en la familia, la gratuidad la hace pródiga en fraternidad… ¿cuidas y escuchas a los abuelos?, ¿acompañas y escuchas a los nietos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 13,18-23)…