… “caminante peregrino”, ¡cuánto es lo que ignoras!… tantas veces se vela el sendero y no aciertas a distinguir las huellas, ¡ni las flores que lo señalan!… hay cosas que se viven solamente en el silencio que es martirio… hay cosas que “son” y de las que no se pueden dar razón… ¡así es la verdad!… es todo aquello que sobrepasa las consideraciones «publicitarias» y la furia por darlo a conocer… por eso, incomparable valor el de esas cosas profundas que no son manifiestas… y que ni se compran ni se venden… ¡así es la verdad!…
… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, existen mártires silenciosos de la verdad… son quienes han descubierto el secreto y el silencio del Huerto… ¿quién se atreve a hablar de ello?… tantas veces percibes sonidos, noticias, voces que debieran callar… ¡no te tapes los ojos!….¡tantas veces percibes el horror de la mentira!, y dices las cosas y nadie te hace caso… pues ofrece otra vez y mil veces más… ¿conoces el «sudor de sangre»?… en el Señor, con Él y en Él, en el secreto maravilloso del Nombre Nuevo que sólo conoce quien lo recibe… no te apartes de la verdad…
… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… allí donde te encuentras ponte de pie y aspira y expira hondo… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, recibes la fuerza suficiente para testimoniar con integridad y coherencia… con humildad, alegría y fidelidad, ¡hasta el fin!… tu amor y adhesión a tu Señor y a la verdad… ¡como el Bautista tu cabeza corre peligro!, pero es preferible que te “corten” la cabeza a que la pierdas con hijas de Herodías… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”… (Marcos 6,14-29: “… la hija de Herodías salió a bailar…”)…