… encontrarte con alguien que te demanda hasta lo que no tienes y empezar a seguirlo, sin saber por qué y no importarte que no te diga a dónde te lleva, ¿es razonable?… es que al encontrar esos ojos que te miran y aman, tu vida ya no te pertenece sino que es de quien te ha enamorado… empeñarlo todo en esa mirada, ¿vale la pena?… ¿por qué tanta radicalidad en una decisión en la que se juega toda tu vida?, ¿por qué esa exigencia ilimitada en una criatura tan limitada?… ¿es necesario llegar a tanto?, ¿no basta un rato o hasta que uno tenga ganas?… es que en esos ojos te explicas y realizas, en esos ojos eres, existes y te mueves… y eres feliz, inmensamente feliz, y no sabes porqué… confundirás muchas veces seguir con soñar, y así, en fantasías sin sentido, olvidarás la dirección del Amor… te distraerás en peleas sin causa, defendiendo trincheras que a nadie importa tomar, perderás el tiempo en laberintos absurdos, te dormirás distraído por canciones, buscarás atajos para evitar la dureza… tal vez lo niegues… no es rechazo, es solo miedo, miedo a perder, miedo a sufrir, miedo a arriesgar, miedo a vivir, miedo a dejarte amar tanto y amar… la #rosasinporqué no explica la radicalidad del amor, desde la gratuidad simplemente se deja amar y ama… ¿te has enamorado?, ¿has dejado que te enamoren?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 14,25-33)…