… ¿disfrutas tu libertad y la responsabilidad que comporta?… no sea que el «peso», “pondus”, de tu fragilidad te abrume… no importa que la “comprensión ambiental” no sea todo lo satisfactoria que deseabas, la realidad es una y no puede destruirse por capricho de nadie… de modo que «levántate y anda», sin permitir que los riesgos te detengan… pero respeta también el misterio y la presencia y la libertad y el «palpitar» de tus hermanos… cuando confías, esa confianza vuelve y se derrama en tu entorno… aprende a bendecir, a alegrarte por el bien de otros… generosidad y magnanimidad son caminos de responsable gratuidad… la “estrecha puerta” es la “pequeña” senda que no es fácil encontrar inmediatamente… porque, lo sabes muy bien, el “tesoro” está “escondido” en el campo… el camino, en realidad, es pequeño y silencioso, no hace ruido para seducirte, al contrario, te llama siempre, primero, a la responsabilidad personal… permanece en la fuente de la gratuidad, en tu origen y nacimiento, de ella nada ni nadie te puede apartar… la #rosasinporqué se adentra por el camino estrecho y la puerta angosta, la gratuidad la hace responsable, generosa y magnánima… ¿eres libremente responsable y responsablemente libre?, ¿bendices y agradeces el “palpitar” de tus hermanos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 7,6.12-14)…