decir “creo” es decir arriesgo, confío, elijo, busco

… decir “creo” es decir arriesgo, confío, elijo, busco… es decir, también, dudo, y espero, y salto al vacío… es decir que mucho de lo que veo alrededor cobra más sentido si acepto que hay Dios… decir “creo” es decir acojo, recibo y acepto, y callar a menudo por todo lo que no comprendo… es aceptar que el universo, el tiempo, el espacio, en su finitud, me invita a pensar en lo infinito que lo envuelve, y que es Dios… es vislumbrar que ese Dios no es infinita distancia, sino radical cercanía, que es presencia, y es amor, y es principio y fin… pero decir “creo” no es solo creer en Dios, sino también en el ser humano… creer en nuestra capacidad de crear, de avanzar, de amar, de encontrarte, de ser genios, de ser frágiles y poderosos… es apostar por la capacidad última para enfrentar al mal con destellos de un bien profundo, en el que también creo… decir “creo” es elegir el arduo camino de intentar comprender y es no conformarme con afirmaciones sin alma, con concreciones gastadas o con miradas a la realidad que convierten la fe en una chata ideología para destrozarnos los unos a los otros… decir “creo” es decir amo, y sueño, y sufro, y me comprometo con aquello en lo que creo, porque si no, ¿qué fe sería esa?… decir “creo” es decir que no soy el centro del mundo, ni siquiera de mi mundo… la #rosasinporqué cree por eso confía cuando obedece a la gratuidad, y no necesita de pruebas… ¿reclamas pruebas para creer evidenciando que no confías?, ¿cómo alimentas la fe?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 7,1-10)…