Cuando vas de camino las voces se multiplican

… cuando vas de camino las voces se multiplican… «sigue», dicen unos… «no sigas, detente», dicen otros… en realidad, tu sigues de cara a la gratuidad y no permitirás las distracciones innecesarias o fuera de lugar… pero los «aires» ahogan y detienen… es que lo que carece de «realidad» pesa y distrae… las ambiciones tan vanas que te chocan todos los días son zancadillas, por lo general poco temibles, pero suficientes para cuestionar tu andar… el «viejo enemigo» no te quiere ver pasar… le disgusta tu sonrisa, se enfurece con la paz que llevas, no soporta tu sencillez y humidad… hará todo lo posible para ensombrecer tu rostro y dibujar profundas heridas en toda tu persona… para ello hace irrespirable el ambiente de los caminos, y cuenta con tu fatiga y con la confusión que expanden voces desacompasadas y carentes de armonía… no necesita trabajar demasiado… basta arrojar un balde en una escalera para producir un buen estrépito, sólo un empujón, nada más… el resto lo harás tu mismo cuando prestes atención, cuando te parezca inaudito lo que percibes… ¡cuando te escandalices porque no te ayuda Dios!… la #rosasinporqué no atiende, no mira, no se vuelve a las distracciones, acepta humildemente el desconcierto sin dudar de la gratuidad… ¿te pones eufórico cuando te ensalzan y te deprimes cuando te humillan?, ¿te confunde la humildad de la sencillez porque aspiras vanidosamente al reconocimiento?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 141.7-11)…