¿Cómo hablar de la vida?, ¿no es mejor vivirla, compartirla y contagiarla que rebuscarse en explicarla con inúmeras e inútiles palabras?

… ¿cómo hablar de la vida?, ¿no es mejor vivirla, compartirla y contagiarla que rebuscarse en explicarla con inúmeras e inútiles palabras?… ¿cómo expresar lo lindo (y lo difícil) que es estar vivo, que la vida no es una fantasía ni un dibujito de Disney?… esta mañana, al despertarte has vuelto a abrazarte gratuitamente con una Presencia, con la vida del Resucitado… Él te ha levantado, tú no tenías fuerzas… allí, en tu familia, esa pequeña y tantas veces herida vida compartida, Él se hace presente con Su buena noticia y Su comida… a pesar de los problemas y las adversidades, de las injusticias y situaciones sin aparente salida, siempre Su vida es más fuerte… cuando miras el rostro de tus hijos, quieres ver en ellos la vida, ¡no soportas que no vivan!… ¡no los quieres encorvados, acostumbrados en sufrimientos, agonizando o arrastrándose o derrumbados!… deseas que se pongan de pie, que sus ojos brillen, no que no tengan problemas, sino que vivan… recuerda, Él está vivo y camina en medio de ti y sale a tu encuentro en las orillas… la #rosasinporqué no habla de la vida, simplemente vive agradecida… ¿contagias vida y ganas de vivirla?, ¿con qué alimentas tu vida y la vida de los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 21,1-14)…