Existe un celo desmesurado por la “unión”, y un desprecio maquillado por la “unidad”

… existe un celo desmesurado por la “unión”, y un desprecio maquillado por la “unidad”… por eso se multiplican las “reuniones”, y se evitan los “encuentros”… en la “unión” las partes permanecen como “partes” frente al todo común, aportando cada una lo suyo, pero sin despojarse de su identidad… en la “unidad”, las partes se integran fundiéndose en un todo mayor… ¿es posible en el amor llegar a esa unidad de un solo corazón?… el amor que permanece “permanece” porque logra esa “unidad” entre amante y amado… que “en los amores perfectos, una ley se requería, que se hiciera semejante, el amante a quien quería”, va a cantar en enamorado de Yepes… muchas veces la “unión” es interesada, por afán de domino y de poder… pero la “unidad” es desinteresada, es la consecuencia del “mucho amar”… la “unión” se puede “desunir”, y la partes siguen por su parte… si se pierde la “unidad”, se pierden las partes… estas son cosas del amor, y sólo interesan a los que quieren “amar mucho”… la #rosasinporqué trata de “amar mucho”, por eso la gratuidad la lleva antes a la “unidad” que a la “unión”… ¿en tu familia están “unidos” o son “uno”?, ¿privilegias las reuniones o los encuentros?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 17,1b.11b-19)…