¡Tanto sueñas, cada día, con un «lugar» mejor!

… ¡tanto sueñas, cada día, con un «lugar» mejor!… los hay en este mundo… ¡vaya si los hay!, como este arroyito de Traslasierra, la tierra de Brochero… «oasis de paz», que las descripciones de las guías para turistas señalan en muchas partes… pero los «oasis de paz» cargan un nombre engañoso… porque la paz depende de las nubes interiores, que cubren el límpido cielo del alma… porque la paz depende de la ausencia de temores, de reparos, de apegos, de vanidades, de obsecuencias y de todas esas cosas que «haces», a hora y a deshora, para no sé qué… cuando descubres que hay «otra paz», «otro lado», otros “arroyitos de gracia”… cuando caes en la cuenta que no es la paz egoísta del “dejarte en paz”, ni la paz sepulcral de los cementerios… sólo entonces, se despliega un horizonte diferente que te invita, de nuevo, a caminar… vuelve a casa, a lo profundo, a tu corazón, refréscate en estos arroyitos de gratuidad… la #rosasinporqué se refresca todos los días en los arroyitos de la gratuidad, y es portadora de paz… ¿qué paz procuras con tus decisiones y acciones?, ¿llevas la paz a tus hermanos?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,1-9)…