Si quieres sumergirte en el inmenso mar, no busques los charcos de agua

… si quieres sumergirte en el inmenso mar, no busques los charcos de agua… si quieres volar, no desees alas sino comienza a soñar… si quieres en todo amar, ¡déjate amar sin medida!… si quieres, ¡deja que el Señor mismo te encuentre!… deja latir tu corazón «allí donde está», en el Suyo… no tienes otra morada, simplemente «deja» con toda sencillez y paz… si quieres recoger una lágrima, de esas que caen junto al camino… búscala, hállala y recógela, sin vacilar… ¡una lágrima y, tal vez, algo más!… ¿no sabes ya llorar?… ¡cuánta distancia entre el sueño de ayer y el llanto de hoy!… ¿no sabes que tu llanto es poesía nueva e inimaginable?… puedes, si quieres, cantar como ayer y como siempre… canta, pues, con la armonía del canto que ya no se detiene… sé fuerte y valiente, persevera en la esperanza… nadie puede invadir tu casa, ni detener tu andar… tu vida es hoy luz, aunque parezca apagada… anímate, pues, a encenderla en el Amor que te ama sin más… la #rosasinporqué sabe lo que quiere en la gratuidad, por eso no deja de soñar ni de amar… ¿qué quieres?, ¿te dejas amar sin medida o cuelas el amor que te dan?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 5,12-16)…