“Saber recibir”

… “saber recibir”, sabiduría asombrosa que tanto anhelo… “saber recibirte”, mi Señor amado… “saber recibirlos”, mis hermanitos más pequeños… “saber recibir”, sirviendo y escuchando… “saber recibir”, con las manos abiertas y los ojos que contemplan… “saber recibir”, sin excluir a nadie pero haciendo que cada uno se sienta único… “saber recibir”, atendiendo la necesidad de la situación y atendiendo al otro en su corazón… Señor, ¡cuándo seré sólo silencio en tu abismo de mar hondo como una esponja de poros infinitos!… ¡cuándo seré fiel quietud como la palma esperando en la llanura que el sol amanezca para ser iluminada!… ¡cuándo seré pura atención como los ojos virginales de toda la infancia de la tierra acogiendo sin trampa ni sospecha!… ¡cuándo seré libertad ágil como la brisa en que Tú pasas llevando la semilla y la caricia y el soplo discreto de la vida!… ¡cuándo seré muerte plena como el fuego regalado en la noche con toda mi verdad resucitada en medio de mi gente que celebra!… la #rosasinporqué sabe recibir a todos con alegría y delicadeza, la gratuidad la hace siempre atenta… ¿sabes “recibir”?, ¿a quién prestas atención cuando recibes (a ti mismo o al otro)?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,38-42)…