Me invitas a recostar mis cansancios

… me invitas a recostar mis cansancios en tu Corazón expuesto, me invitas a recuperar las fuerzas en la mansedumbre y humildad de tu Amor encarnado… descubro, así, que no crece la vida de Dios desde la muerte humana, sino la plenitud humana desde la muerte de Dios… me enseñas, así, que no realza la fortaleza de Dios la debilidad mía, la debilidad de Dios construye mi fortaleza… sólo los ídolos se alimentan de la sangre ajena, pero Tú, Dios humilde tan cercano, derramas la tuya para consolarme y salvarme… el cauce frío del hierro que desgarra la carne, orada con el mismo golpe tu Corazón encarnado y amante… y donde un golpe me hiere, acude incesante el agua viva de tu Costado abierto, pues sólo puede manar amor por el boquete abierto al Infinito… ¡descanso, pues, dónde me aman!, ¡descanso en Quien me ama!… la #rosasinporqué descansa en la mansedumbre y humildad de la gratuidad… ¿dónde o en quién descansas tus cansancios?, ¿has descubierto el Corazón de Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,28-30)…