… la cultura de lo inconsistente nos erosiona por adentro, y la orilla entre lo consiste y lo inconsistente es muy fina… en los atardeceres y en las noches, sobre la inconsistencia, no vemos la realidad sino fantasmas… el amor gratuito recibido y dado es lo único consistente… sólo el amor verdadero nos hace ver la realidad como es… la “rosa sin porqué” ve las cosas como son porque vive en la consistencia de la gratuidad… ¿miras con amor gratuito a los tuyos para conocerlos y servirlos a cada en su singularidad?, ¿en qué consiste, se apoya, la consistencia de tus vínculos: en la recíproca gratuidad o en el mercantil “te doy y me das”?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6,60-69)…