Han pasado los años, Señor

… han pasado los años, Señor, y he aprendido que no puedo abrumarte con tercos argumentos ni con obsesivas oraciones, para que me concedas salud para servirte, vida larga para hacer más cosas, honra para encontrar las puertas abiertas, abundantes recursos para ser más eficiente… ahora sé que no puedo pedir tampoco sufrimientos presumiendo de mis fuerzas, como si Tú necesitases una cuota de dolor para concederme las cosas necesarias… yo sólo quiero pedirte lo que tú siempre me ofreces, tu amor y tu gracia que me hacen amar sin más de más, pero pueden consumirme sin yo darme cuenta… tu amor y tu gracia que engendran vida, pero pueden llevarme a la muerte por defender a los que orillan con ella… tu amor y tu gracia que crean salud, pero pueden llevarme a perderla en la entrega… tu amor y tu gracia que me hacen amable, pero pueden provocar descalificación por no amoldarme a leyes perversas… yo sólo quiero pedirte tu amor y tu gracia, que te acoja a Ti como mi vida y que mi corazón diga: “me basta”… si pudiera, un día, un momento al menos, lo que deseo es, ¡amar sin medida!… la #rosasinporqué sabe que “amar” es la única actividad esencial, por eso todo lo emprende desde la gratuidad… ¿intentas que “el amor sin más de más” sea lo esencial en tu vida?, ¿qué haces para amar más y mejor?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 22,34-40)…