“Hagan pan, hagan vino, Yo los haré Vida”

… “hagan pan, hagan vino, Yo los haré Vida”… “hagan, siempre, esto en memoria Mía”… cada día, cada Misa… comparte el pan, el vino y la palabra… y cuando el fracaso parezca desmembrarlo todo, cada persona, cada grupo, como cuatro caballos al galope tirando del vencido hacia los cuatro puntos cardinales… cuando el hastío vaya plegando cada vida aislada sobre sí misma, contra su propio rincón, pegadas las espaldas contra muros enmohecidos… cuando el rodar de los días arrastrando confusión, estrépito y consignas, impida escuchar el susurro de la ternura y el pasar de la caricia… cuando la dicha te encuentre y quiera trancar tu puerta sobre ti mismo, como se cierra en secreto una caja fuerte… cuando estalle la fiesta común porque cayó la reja que apresaba la aurora, amanece más justicia, y la solidaridad crece… ¡reúnete y escucha!, ¡comparte el pan!, ¡comparte el vino!… deja brotar la dicha común y sustancial, el futuro escondido en este recuerdo Suyo, inagotablemente vivo… la #rosasinporqué alimenta la gratuidad en aquellos que la reciben, para que gratuitamente den lo que gratuitamente han recibido… ¿con qué alimentas tu vida y la vida de los tuyos?, ¿trabajas sudando por el pan que demora la muerte y recibes agradecido el Pan que adelanta la Vida?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6,24-35)…