Es un error reducir la fe a un “conjunto de dogmas para salvarse”

… es un error reducir la fe a un “conjunto de dogmas para salvarse” o a un “código de tránsito moral para la convivencia humana”… la fe es el “seguimiento” de Aquel que, al encontrarlo, te fascinó tanto que le dio a tu vida un cambio total al punto que ya no puedes vivir sin Él… si esto te parece exagerado es que aún no te has encontrado con el “Don de Dios”… ¡si conocieras el “Don de Dios”!… por eso la fe es “seguimiento enamorado”… es que hasta que no te enamoras no sabes lo que es que una persona te cambie toda la existencia… la de ahora la de ayer y la de mañana… no hay nada peor que acostumbrarse a Dios, convertirlo en tu “colega”, hasta que deja de sorprenderte… pero también hay quien piensa que vivir la fe es atarse un pesado fardo de compromisos, responsabilidades y renuncias, como aquel triste “joven rico” que se marchó apesadumbrado porque tenía muchas cosas… ¡nada que ver!… es que “ese” no se enteró por dónde iba la cosa… lo importante es el “sí enamorado”, frágil e imperfecto pero sincero… entonces irrumpe en tu vida Alguien que jamás te va a decepcionar ni fallar… porque acoger la gratuidad de Su vida en la tuya supone lanzarte a vivir apasionadamente sin vueltas ni vueltos… en la vida solo puedes avanzar con paso ligero y corazón alegre si algo te seduce, te apasiona y enamora… la #rosasinporqué renueva su “si” cada mañana y, a pesar de su fragilidad, la gratuidad la seduce, la apasiona y la enamora… ¿en qué consiste tu fe?, ¿vives la fe como un enamorado y apasionado?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 8,27-35)…