El perdón exagerado cuestiona y escandaliza

… el perdón exagerado cuestiona y escandaliza… ¿puede el perdón ser exagerado, desmedido?, ¿hay límites para el perdón?, ¿es bueno perdonar de más y siempre?… eres débil, limitado, tropiezas, chocas con tus temores, depresiones, tristezas, achaques, errores y miserias… tropiezas y caes, caes y deseas, muchas veces, no levantarte sino más bien dormitar en el mortecino calor de la autocompasión, o yacer en el áspero colchón de la evasión… ¿qué haces con tu debilidad?… quizá tu mayor debilidad sea no saber qué hacer con ella o, más aún, desesperar… pero tu ser débil puede ser la puerta de encuentro con el Otro y con los otros… es tu pecado el que te lleva de la mano a pedir perdón y a perdonar, tu debilidad es la que te ayuda a comprender a otros, y es tu pobreza la que te enseña a ser humilde y a pedir… pero para esto necesitas antes un camino de aceptación de límites y un sincero encuentro con la gratuidad en tu vida… que seque tus sudores, que cure tus ampollas, que sostenga tu cayado y que bese tus heridas… para perdonar necesitas ser amado… para perdonar exageradamente necesitas ser amado exageradamente… sólo perdona mucho quien se deja amar mucho… el amor te lleva al perdón… ¡déjate amar mucho y ama mucho y descubrirás el milagro del perdón y, entonces, perdonarás un montón!… la #rosasinporqué se deja amar mucho por la gratuidad y demuestra gratuitamente mucho amor, por eso no se cuestiona si tiene que perdonar: perdona siempre un montón… ¿probaste perdonar?, ¿limitas tu perdón condicionándolo a la capacidad de arrepentimiento del transgresor y victimario?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 7,36-50)…