El hombre insiste en su poder y en su fuerza

… el hombre insiste en su poder y en su fuerza, y lo único que ha logrado es deshacer y demoler su propia casa… es evidente, porque se trata de una derrota reiterada de su impotencia… de camino, pierdes en tu trayectoria lo más preciado que posees y te hundes, quieras o no, en su propia torpeza… cuando necesitas de la fuerza, de la agresión, de la violencia, de los gritos, para manifestar tu poder es que no lo tienes para nada… no aciertas sino esclavizando, dominando, mandando… y no sabes, o no quieres, comprender ni perdonar a tus compañeros… mira que la «aurora» no está «retrasada» porque acontezca “más allá”… no son las falsas «visiones» ni las ilusiones las que te entregan la luz auténtica… mira que el Señor envió a sus discípulos “con poder”, pero les recomendó que no llevaran nada… la #rosasinporqué posee el poder de la gratuidad, por eso no fuerza ni impone nada… ¿qué son las “cosas” que llevas en el camino y te pesan tanto?, ¿cómo haces uso de la autoridad que te delegan?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 7,7-13)…