El amor que nace de la gratuidad es respetuoso y delicado

… el amor que nace de la gratuidad es respetuoso y delicado, es tolerante con los demás e intolerante consigo mismo… el amor que nace del propio interés suele atropellar e imponer, es tolerante consigo mismo e intolerante con los demás… el amor gratuito es deferente y empatiza con todos… el amor interesado es indiferente y ecpatiza con los demás… el amor gratuito, incluye e integra… el amor interesado, excluye y desintegra… esforzarse por hablar bien, por ofrecer lo bello, por buscar el contenido profundo de las cosas… todo eso, hoy, parece que no vale la pena… la palabra suena envilecida y no puede transmitir su altura y su nobleza, el resentimiento turba el “decir” de los conversadores que acaban, carentes de fuerza, en charlatanería y nada más… no puedes bailar con la música que te pongan, no puedes dejar que tu vida sea un barrilete que oscila con los vientos que soplan, no puedes apoyar tu esperanza en promesas cortoplacistas… tu vida y la de los tuyos merece más… no esperes el tren por donde nunca va a pasar, no esperes la felicidad en cosas que no las dan… busca, pregunta, profundiza… ama gratuitamente y desea intensamente, desea intensamente y espera confiadamente… la #rosasinporqué baila con la música de la gratuidad, así aguarda con paciencia y con esperanza cierta… ¿dónde esperas la felicidad?, ¿con qué música tu corazón espera?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,16-19)…