… una y otra vez… te hallas en el “medio del camino” y en un lugar que “quisieras olvidar”… es la hora de la “ausencia de razones”… un manto secreto cubre, celosamente, cualquier “porqué” y posee la virtud de celar, de tal manera, que no puedas sospechar que debajo algo hay… experiencia de lo más insospechado, todavía ausente… deseo, cada vez mayor de una “altura” que carece de medidas, de calificaciones, de nombres… sigues un derrotero cuya perspectiva te es, ahora, desconocida… te ha amanecido un secreto nuevo, el de “siempre” en realidad… pero sólo lo reconoces callando.. no es necesario determinar esto o aquello, reconoces tu camino cuando tu corazón se expande y halla su misterioso espacio… nace esa nueva experiencia de libertad que sólo se alcanza con los años, con el sufrimiento, con el pasar… es un viaje inaudito que emprendes una vez y continuas siempre… el horizonte se te abre en la senda interior del corazón… hay una certeza inconmovible: la gratuidad te ha seducido y ya no puedes vivir sin ella… la #rosasinporqué sigue a la gratuidad sin un porqué, en un camino interior que no posee fronteras… ¿a quién sigues?, ¿demoras tu respuesta invocando ocupaciones que retrasan tu entrega?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 9,51-62)…