Una suerte de indignación invade a quienes aguardan

… una suerte de indignación invade a quienes aguardan al menos el «ejercicio» del «sentido común» en los sucesos cotidianos… lo que se aguarda no sólo no llega: aparecen cosas peores que te asaltan y mortifican… los poderosos de este mundo se dejan adivinar potentes a cada paso… el camino de la salvación y de la sabiduría, adonde estás permanentemente llamado, pasa por la paradoja… un Niño es Dios, una Virgen es Madre, un Condenado a muerte es Rey, vive quien se desvive y servir es reinar… cada vez que lo inaceptable, lo inadmisible, presenta sus «perfiles», cada vez que no ves ni solución ni respuesta, se levanta el velo del secreto incomparable, indecible, con la invitación a la gratuidad sin más… así, inmediatamente, tu plegaria obtiene la respuesta, la única que todo lo sobrepasa, «hoy estarás Conmigo en el Paraíso”… sí, a pesar de todo, a pesar de tu debilidad y del pecado, a pesar de lo que sea, a pesar de no haber logrado edificar, en esa baldosa en que vives, ese jardín florido de tus sueños… a pesar de todo asoma la promesa del Paraíso que se te dará en sobreabundancia… la #rosasinporqué reina sirviendo desde la gratuidad, hacer el bien a los suyos es su cielo y su paraíso… ¿qué significa reinar para ti?, ¿cómo juzgas los acontecimientos paradójicos en tu vida y en la historia?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 23,35-43)…