… todo lo que se dice de más no aprovecha para tu bien ni el de nadie… existen supermercados con ofertas de palabras vacuas que son hartos visitados por multitudes, y muchos hablan y hablan sin saber lo que dice, compulsivos de sus ideologías o fantasías… la palabra que no nace del silencio no es palabra sino ruido… atiende, pues, al lenguaje inefable que no necesita de vanos ensayos ni se deja instrumentar para el lucimiento de títeres y cantores improvisados… deja que te lleven las aguas transparentes del arroyo de la gratuidad… no te detengan los caprichos de los hombres, ni las tentaciones, ni los malos agüeros… no acudas a “argumentos” para obtener o justificar nada, no vendas productos viejos y gastados… tu vida es “realidad pura”, no ciencia ficción… tampoco te ilusiones con supuestas «categorías» o determinaciones, establécete en la gratuidad que no es ostentosa ni aparatosa… ella es tu “hogar”, no es tu «jerarquía»… la #rosasinporqué no necesita de muchas palabras para decirse toda entera, simplemente da las “muchas gracias”… ¿necesitas de muchas palabras y explicaciones para decirte?, ¿sabes decir “si” y decir “no” u oscilas indefinido por inseguridad y confusión?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,33-37)…