Quizá sufras sobresaltos inesperados cuando andas confiado haciendo camino

… quizá sufras sobresaltos inesperados cuando andas confiado haciendo camino… ¡qué importa!… es claro que hay «enemigos» sueltos por ahí y que la necedad que te rodea no es poca… pero la verdadera vida agradecida es extremadamente simple… no tiene etapas forzosas ni zigzags y, tarde o temprano, abre ese secreto de su abismo que no tiene definición… ¡estás llamado a la gratuidad!… al sosiego y a la paz que advienen cuando no topas con «nada» o cuando en verdad “amas a todos”… es que no existen complicaciones cuando se “ama desde la gratuidad”, porque no hay nada que te impida “amar sin más de más”… el problema no es de quienes te hieren y dañan, sino tuyo que ¡no los amas lo suficiente!… cuando te encuentras a alguien ten en cuenta su corazón y no sus documentos o sus papeles o si te sirve o no te sirve o si queda bien en tu rompecabezas… quema los papeles, los informes y no oigas las murmuraciones… aunque ésta manera de vivir te dejen algunas heridas, y aún cicatrices, no te daña… la #rosasinporqué ama sin más de más, y aunque tenga espinas se las guarda para ella y sólo regala su belleza… ¿no puedes o no quieres amar a quienes te han dañado o dañan y seguirán dañando?, ¿sabías que sufrir pasa y haber sufrido jamás?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,43-48)…