Quebrada la noche por lejanos ecos

… quebrada la noche por lejanos ecos, pocas las estrellas y escasas, muy escasas, las sombras que sirvan al claroscuro y delimitan no sabes qué caminos o fronteras… una vez más te encuentras en el secreto cotidiano, aguardando saber algo más… ¡pero todo calla!… sin embargo la desaparición de figuras y límites te revela, con su silencio, el mensaje más alto, no sujeto a las «determinaciones» de ningún tipo… ¡el «silencio» es un espacio sublime de plenitud!… allí descubres lo inesperado… aguarda, pues, no imaginas lo que viene, lo que ya llega… la inmensa llanura oculta caminos y senderos que no se dejan ver de lejos, honduras insospechadas, en una perspectiva nueva, cada vez que te acercas a los límites o te detienes a descansar… con paso firme, a pesar de tus dolencias, avanza hacia un horizonte que se expande más allá… camino en gratuidad, aunque no veas nada sigue las sendas entre los rosales y un sinfín de flores… la #rosasinporqué no tiene porqué, florece porque florece… ¿estás convencido que sólo permanece lo que dejas o vives agarrado pretendiendo retener lo que se evapora y desintegra?, ¿existe la gratuidad en tu vida como el corazón de todo?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 13,33-37)…