No temas vivir en libertad de gracia, ¡no temas caminar y cantar!

… “caminante peregrino”, hay en ti un sentido escondido que gime prisionero debajo de innúmeras servidumbres… hay «algo» que desea espacio, respiro, liberación, ¿qué es?… inventas caminos e ideologías, sueños imposibles, ambiciones de todo tipo que jamás alcanzarán realización alguna… y te sujetarán constantemente a un incesante vaivén de frustraciones… ese «sentido» que gime prisionero es algo así como la «puerta del corazón», de la vida verdadera, escondida…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, es necesario que el Cielo baje a la tierra para que inicies un camino que alcance el Misterio que no atiendes… y es “la clave” que abre lo que buscas y no puedes encontrar… para ello es urgente una «quietud» y una «paz», que ya están presentes, que ya te han sido dadas… el mundo está lleno de amenazas y de condicionamientos, vindictas, imposiciones y atropellos… todo ello te demuestra la fatuidad y la vanidad de tantas pretensiones…

… cree en la misericordia de Aquél que te dice: “¡ámame como eres y dónde estás!”… no tienes que hacer nada: ¡arrójate ya!… entonces descenderás, en silencio y con gozo, a tu corazón… abandonando esas «servidumbres» que te endurecen y te esclavizan… deberás tener coraje para una liberación que requiere una «separación» y un desasimiento… nadie podrá decirte cómo se hace, ni que es de ésta o de aquélla manera… ¡no hay nada de ello!… en soledad y silencio, lo discernirás en Dios… ¡que el Señor te dé su Gracia para hallarte en esta libertad del espíritu!…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, tomas tu corazón y escribes en él lo que tu Señor te ha mandado hacer… y recuperas el habla y comienzas a alabarlo… no temas verte libre, no temas vivir en libertad de gracia… no temas caminar y cantar… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Lucas 1,57-66: “… recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios …”)…