… no temas, no te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío… quiere lo que tu Padre quiere… ofrécele, en medio de inquietudes y dificultades, el sacrificio de tu sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su Providencia… poco importa que te consideres un frustrado, si Él te considera plenamente realizado, a su gusto… abandónate confiado en este Padre que te ama, y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas… recuerda que estás en sus manos, tanto más fuertemente sostenido, cuanto más decaído y triste te sientas… vive feliz, te lo suplico, vive en paz… no temas, que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte la paz… ni la fatiga psíquica, ni tus faltas morales, ni lo que digan de ti… haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro, una sonrisa, reflejo de la que tu Padre continuamente te dirige… no temas, cuanto te deprime e inquieta es falso… te lo aseguro en el nombre de las palabras de Su Hijo, nuestro Señor, y de mi pobre experiencia de abandono… por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste, adora y confía… la #rosasinporqué vive en un suave abandono confiado, la gratuidad le impide tener miedo e inquietarse… ¿de qué tienes miedo, qué cosas te inquietan?, ¿conoces la confianza?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 10,26-33)…