No lo sabes, no puedes adivinar la inmensa e infinita misericordia

… no lo sabes, no puedes adivinar la inmensa e infinita misericordia que, sin demora, te acoge y te sumerge en el mar de su amor… y te perdona, y te vuelve a perdonar, y te eleva, y te abre su Morada que se hace tuya… en la quietud de la gratuidad todo se transfigura… por eso no intentes repetir ni copiar, simplemente sigue el camino del viento, aunque no entiendas y no lo puedas abarcar… acepta que la gratuidad le dé forma a tu vida, acepta esa “realidad” que es tuya… la gratuidad es “tu” misma vida… sin más, sin consideraciones ni laberintos de ninguna especie… “es preciso nacer de arriba… el viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va”… así es todo nacido de la gratuidad… si naces “de lo alto” comienzas a “vivir lo que no ves”… y este “oír el viento” es “música callada”, es vida verdadera… la #rosasinporqué vive mecida por la brisa de la gratuidad, escucha su música y la disfruta… ¿oyes la música del viento o vives aturdido entre mil voces que nada dicen?, ¿has renacido de lo alto en estas Pascuas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 3,7b-15)…