La alegría no se compra ni alquila

… la alegría no se compra ni alquila… la alegría debe ser “recibida” con alegría también, sino deja de ser alegría… el anuncio de gratuidad lo recibes con alegría aquí y ahora… la fuerza de este anuncio está en que vives la confianza, más allá de temores y amenazas… amigo y amiga de la rosa, aprendes a vivir en la medida en que sonríes y aceptas el misterio de gratuidad que te convoca… no hay mayor firmeza ni seguridad de la que tienes… sí, de la que tienes ahora mismo… ¡no vaciles, pues, en tu corazón!… el Señor te seduce cada vez más… clamor secreto y escondido, alegría muy grande cuando sabes descubrir cuál es tu destino, tu vocación, tu vida toda en Dios para servir a tus hermanos… la grandeza y la gloria no está, ni estará nunca en que «hagas» cosas, sino en que las realices con alegría en el Corazón del Señor… ora, entonces, amigo y amiga de la rosa, conmigo: …“… gracias, Señor, por estar y ser tan cerca, con tanta inmediatez e intimidad en mi corazón… no puedo decirlo ahora ni de otra manera… el gozo se enciende con esta cercanía y presencia prometida…”… no existe la alegría por decreto… si no te alegra la cercanía y la presencia gratuita de tus amados, es que no te interesa ni deseas la alegría… la #rosasinporqué se alegra permanentemente, la gratuidad la sensibiliza para disfrutar la cercanía y la presencia de quienes ama… ¿qué haces para que la alegría germine en tu vida y florezca acariciando a tus hermanos?, ¿aceptas que la gratuidad te dispone para la alegría y la alegría para darte más y mejor?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas, 3,2b-3.10-18)…