Es necesario “partir” y “repartir”

… es necesario “partir” y “repartir”, para que lo “poco” alcance “más”… pero, por más buena voluntad y rectitud que se tenga y ponga, un día “ese poco”, se acabará… cuando no hay buena voluntad ni rectitud, “ese poco” es para extorsionar y domesticar… es necesario, entonces, que “ese poco” se multiplique para que alcance “mucho más”… trabajo, sudor y lágrimas, y tiempo, y buena voluntad, y rectitud, pues, para “partir” y repartir”… pero, aun así, no alcanzará para todos… será necesaria la gratuidad que desmultiplique a quienes “parten” y “reparten”… entonces sí, “ese poco multiplicado” alcanzará… desmultiplícame, Señor, de mis pretensiones y cálculos, de mis intereses y ambiciones… desmultiplícame, Señor, ¡déjame que te “acompañe” en el camino!… desmultiplícame, Señor, ¡permíteme que comparta Contigo y los demás mis bienes!… y, cómo sólo “comparten” los “compañeros”, enséñame, Señor, a ser compañero desmultiplicado que “parte” y “reparte” lo que Tú gratuitamente multiplicas para todos… la #rosasinporqué es compañera de otras flores, la gratuidad la desmultiplica para alegrar y embellecer juntas el jardín de todos… ¿eres auténtico compañero que comparte alegrías y tristezas?, ¿te desmultiplicas para ser compartir?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 8,1-3)…