Entraba Jesús a Jerusalén

… entraba Jesús a Jerusalén, montado sobre un burrito… entonces, los niños hebreos salieren corriendo para saludarlo, y la gente se amontaba a los costados del camino… hoy no podemos salir de nuestras casas, pero nada impide que recibamos a Jesús desde lo más interior de nuestros corazones… hay quienes siempre “salen”, pero permanecen encerrados en sus “maneras de pensar” y no reciben nada ni a nadie, porque hacen lo que se les da las ganas y fuerzan las cosas para darse el gusto de hacer las cosas mejor, piensa, que los demás… ¡hay tanto abismo entre unos y otros!, que hacen falta puentes que acorten distancias y salven barreras… los hay de palabras, tendidos sobre torrentes furiosos de insultos, ofensas e indiferencia … los hay de miradas, que al encontrarse rompen muros invisibles de soledad y rechazo… los hay de anhelos que, sin saberlo, nos conectan con quienes amamos… los hay virtuales que frente a la distancia y el tiempo permiten el aquí y ahora… y los hay de caricias y gestos serenos, que apagan miedos… ¿es cada uno, a la manera del Señor, esos puentes?… a veces, demasiado a menudo, nos ponemos en modo levadizo y elegimos la lejanía, pero hacen falta puentes, porque hay tanto abismo… la #rosasinporqué es puente de gratuidad para facilitar encuentros… ¿eres puente que vincula o muro que separa?, ¿cómo vas a vivir el encuentro con el Señor en esta Semana Santa?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 26,3-5.14 – 27,66)…