En el régimen de la gracia, de esta gracia

… en el régimen de la gracia, de esta gracia de la que María está llena y que dispensa a merced de su amor maternal, la recompensa se da antes del mérito, la riqueza y la felicidad se prodigan antes de la prueba… éstos son los procedimientos propiamente divinos… los hombres somos incapaces de esta liberalidad porque no somos fuentes de bien, sino depositarios temerosos y pusilánimes… nosotros en primer lugar ponemos las condiciones y las amenazas de sanciones, no acordamos el precio más que después de haber obtenido la tarea, a cambio de servicios o garantías… pero con Dios todo es distinto… desde el momento que el pecador apela a Dios, recibe justamente lo que no tiene precio: la herencia de la Sangre divina y la dignidad de hijo… su corazón es liberado por la victoria de Cristo, es colmado de este triunfo puro, y después, una vez armado ya de nobleza y alegría, es cuando se le invita a combatir, cuando ha de aportar su trabajo y su fatiga en la medida de sus fuerzas… tal es el gobierno del Reino de Dios, la prudencia de la santísima Virgen, la economía de la “Casa de Oro”… deja que la maternidad de María medie para que la gratuidad te toque y te conviertas… la #rosasinporqué queda boquiabierta ante la liberalidad de Aquella que es la “llena de gracia”, a Ella recurre y de Ella todo lo espera y recibe… ¿cuál es tu relación con la Virgen María?, ¿dejas que sea tu Madre y quien medie en tu necesidad más extrema que es la gracia de Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 2,1-11)…