El arte de la corrección nace de un amor grande

… el arte de la corrección nace de un amor grande al hermano que peca… se ama la vida del hermano, con su ayer, hoy y mañana… y si su ayer no fue bueno, se desea que su hoy lo sea… y si su hoy no lo es, se trabaja para que su mañana lo sea… el pecado del hermano no es una equivocación o un yerro, tan frecuentes en la vida de todos, sino que es una obstinación deliberada en una acción dañina para la vida de los demás y de él mismo… sabiendo lo que es bueno, prefiere el mal y persevera en él… las categorías éticas nos son un invento de la humanidad para que en el tránsito de la convivencia social no haya colisiones o accidentes… el bien y el mal no son “construcciones culturales”… no son las categorías éticas las que hacen al hombre feliz o infeliz, sino la práctica de la virtud… porque amo a mi hermano y quiero que sea feliz lo “corrijo” para que sea virtuoso en la vida… no se trata de “portarse bien”, sino de “ser buenos”… la #rosasinporqué corrige con paciencia y con ternura, su presencia de gratuidad es una invitación a la virtud… ¿corriges o retas?, ¿eres paciente, considerado y compasivo en tus correcciones?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 18,15-20)…