… el amor amigo acompaña, nunca abandona… Juan es el amor amigo, acompaña en un contexto hostil, teme perder al Amigo y no quiere dejarlo solo… recostará su cabeza sobre Su pecho en la última Cena, pero se dormirá en el Huerto… lo verá detenido y, como todos, huirá… luego volverá, y aguantará, en pie, ante la Cruz, perplejo, dolido… Juan no es perfecto, pero ama y porque ama, busca… es amigo, y como tal quiere al otro, aunque no siempre sepa hacer lo correcto… es amigo, no héroe… Juan sabe que si el amor queda sepultado por la ley, el amor muere… Jesús no se pone a la ley sino que propone una ley distinta, la ley del Amor… la que se conmueve, arde, celebra y lucha… la que multiplica los abrazos y entiende las caídas, la de la entraña que se estremece ante el misterio del prójimo, la del sollozo compasivo que no renuncia a la esperanza… la que sostiene la vida sin conformarse con menos, la de la risa sincera… y la de vaciarse hasta la última gota, la de vivir y morir y resucitar… la #rosasinporqué vive en la ley del amor, por eso gasta y desgasta su vida gratuitamente… ¿eres fiel a la ley del amor, a la ley de la amistad y a la ley de la palabra dada?, ¿cómo y con quién vas a vivir estos días?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 13,1-15)…