… cautivado con el aroma y el color de tus Palabras, que evocan la Patria del cielo, que me invitan al seguimiento en este suelo, Señor… no te avengas a mostrarte donde te busco, encamina mi búsqueda allí donde deseas revelarte… no respondas al instante a mis peticiones tan pequeñas, sorpréndelas con tu bondad sin medida y sin usura… no me dejes satisfecho en los conceptos donde te apreso, ábrelos al saber de Ti que no cabe en mi entendimiento… no recorras conmigo mis calles hasta mi meta fijada, desvíame Contigo por las veredas de tu mañana… no permitas que te encierre dentro de mi pecho posesivo, distiéndeme entero y con gozo en el juego incesante de tu Vida… no me hagas caso, Señor, contempla mi ser entero, mira mis raíces enquistadas y la ambigua claridad de mi deseo… escúchame en el Espíritu que vive dentro de mí y me expresa dentro de Ti más allá de lo que pienso y digo… entonces sacaré de mis vivencias lo antiguo y lo nuevo para hacerte presente donde habito… la #rosasinporqué se alimenta de la gratuidad, por eso aprovecha por igual lo antiguo y lo nuevo… ¿aprovechas sabiamente lo nuevo y lo antiguo?, ¿vives encadenado a lo antiguo, encandilado por lo nuevo, y no eres auténticamente libre?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 13,47-53)…