Que templo es este que me has dado

… ¿qué templo es este que me has dado que no necesita piso, paredes, ni techo?… todo él es puerta para entrar y salir, reclinatorio para orar y pedir perdón, campanario para llamar y recordar, altar para ofrecer y adorar… ¿qué sé yo dónde acabo yo y dónde empiezas Tú?… si me hundo en mi pecado, allí te encuentro solidario en un abismo que me da vértigo mirarlo… si subo hasta la luz allí brillas Tú, origen incesante de mis claridades… si tu Luz brilla en el abismo de mi pecado, ¿qué sé yo dónde acabo yo y dónde empiezas Tú?… si recojo mi palabra y la examino, la veo creando vida en tantas vidas ajenas que me siento desbordado… si me sumerjo en el silencio sin bordes ni horas, más hondo y más allá siempre te encuentro… si va tu Palabra en mi palabra, y mi silencio en tu Silencio, ¿qué se yo dónde acabo yo y dónde empiezas Tú?… si trabajo por tu Reino, me siento atravesado por un dinamismo infinito… si contemplo tu Proyecto, experimento un sentido regalado… si tu Proyecto sólo puede realizarse en mi trabajo, y el sentido que me alienta sólo puedo recibirlo desde Ti, ¿qué sé yo dónde acabo yo y dónde empiezas Tú?… no es tu Templo museo ni comercio, no es mi templo velas ni sahumerios… la #rosasinporqué no comercia con la gratuidad, no profana el templo de sus pimpollos y pétalos… ¿vives tu fe como un comercio?, ¿qué haces para no “negociar” con Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 19,45-48)…