Pastor cordero

… pastor cordero, ¿qué debes hacer para apacentar el rebaño que se te confía?… deberás llevarlo a praderas de pastos abundantes donde serpenteen arroyos de aguas cristalinas, guiarlo entre oscuras y riesgosas quebradas, defenderlo de las acechanzas arteras del lobo, cuidarlo de asalariados, trepadores y ladrones… y, si una de tus ovejas se extravía o pierde, tendrás que salir a buscarla hasta dar con ella y, sin reprocharle nada, cargarla sobre tus hombros y mimarla hasta regresarla con las otras que dejaste aseguradas… pero nada de esto es posible si no te dejas amar por Mí y me amas… es decir, que antes de ser pastor has sido tú también cordero y lo seguirás siendo… quien deja de ser cordero deviene lobo para el rebaño… amigo, amiga, tú también eres pastor cordero… porque todo aquel, toda aquella, que se hace cargo de otra vida con su propia vida lo es… no importa, entonces, tanto “lo que hagas”, sino “quién eres y cómo eres”… y esto no lo podrá cambiar ni tergiversar ningún relativismo, ni ideología, ni post verdad, ni inteligencia artificial… que siempre el obrar sigue al ser… pastor oveja, ama apacentado apacentando… la #rosasinporqué se deja amar y ama y, así, apacienta con la gratuidad… ¿eres pastor cordero?, ¿te desvives por los que amas y por lo que amas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 21,1.15-19)…